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Los padres pueden ayudar a cambiar el comportamiento

Cuando hablamos de conducta y Trastornos de desatención con o sin hiperactividad.

1. No castigar - reforzar

La clave del estudio MTA, fue que los niños hicieron el mayor progreso cuando los padres dejaron las medidas duras y  punitivas para controlar el comportamiento.

El castigo rara vez, o nunca, enseña un nuevo comportamiento. Lo mejor es enseñar lo que no se debe hacer, en lugar de lo que se debe hacer.

Lograr un equilibrio en el feedback a los niños, algo así como por cada 4 comentarios positivos 1 comentario negativo.

Y ser positivo con los elogios en lugar de simplemente tratar de aumentar la autoestima diciéndole a su hijo lo inteligente que es, o lo maravilloso que es.

Esos comentarios de alabanza a menudo pueden ser perjudiciales.

Un mensaje como: "…Veo que te estás esforzando en esto…", va mucho más lejos hacia la enseñanza de nuevas formas de atacar problemas difíciles.

El castigo rara vez, o nunca, enseña un nuevo comportamiento. Sólo se debe enseñar lo que no se debe hacer, en lugar de lo que debe hacer".

2. Crear sistemas

En casa, mantener un horario consistente y predecible en el día a día.

Usar recordatorios: espejo del baño con iconos o palabras que expliquen una rutina.

Sistemas de recompensas a menudo ayudan. Por ej: guardar los juegos en su lugar representa tres comportamientos positivos para cada día de la semana.

La clave es que sea un juego, y dar un refuerzo (recompensas) por más acciones parecidas. Enfatizar privilegios o actividades de diversión en lugar de sólo dar un juguete.

3. Involucrar a otros en sus metas

No siempre los padres pueden ser los únicos que mantengan la atención en tu hijo.

Los que trabajan con tus hijos pueden ser muy buenos agentes de cambio.

Las consignas son darle al niño una respuesta inmediata, y mostrarle lo que debe hacer a continuación.

4 . Modificar la configuración de la actividad.

En casa, mantener las cosas ordenadas. Al igual que tener una rutina regular, un ambiente ordenado puede hacer que sea más fácil dirigir la atención del niño.

Sin embargo, esto no significa que el niño deba estar en un ambiente estéril, libre de distracciones, simplemente mantener las cosas ordenadas y predecibles.

Hablar con los maestros sobre lo que funciona mejor para tu hijo. Algunos niños se benefician de estar sentados en primera fila, mientras que otros necesitan

más tiempo para terminar el trabajo en clase.

5. Estar enfocado y ser paciente

Al trabajar uno-a -uno con tu hijo, es muy importante estar enfocado y ser paciente.

Si se está trabajando en las tareas escolares, asegurate de ofrecer una respuesta inmediata en el rendimiento de reforzar lo que el niño hace bien.

Corregir respuestas incorrectas, pero llevarlo a un problema similar para que lo vuelva a hacer.

Si le dan cinco problemas de matemáticas y los hace bien, reforzar el esfuerzo y pasar a los siguientes cinco. Si tiene uno mal, explicar el error y pasar a un problema similar.

No dejes que tus hijos practiquen el error sino; ayudarlos a practicar ejercicios con éxito.

Tenés algún otro consejo que le decís a tus pacientes?