La intolerancia del error y la cultura del exceso.

Hay muchas razones por qué se piden estudios de más y se tiende a sobretratar.
Mucho se ha hecho hincapié en incentivos financieros perversos que refuerzan ese comportamiento, así como en los esfuerzos del mercado para crear una demanda de más estudios, más diagnósticos y más tratamientos.
Los médicos adjudicamos esta conducta a las demandas judiciales de mala praxis como el principal impulsor del exceso.

La negación de la falibilidad médica
Sin embargo hay un lado poco discutido que es la intolerancia de la incertidumbre y de cometer errores entre los médicos.
Errar es humano, y un mínimo de error en un proceso de toma de decisiones tan complejo como en la medicina es inevitable.
La mejor protección contra el daño de error es la búsqueda e identificación de los errores en el proceso diagnóstico, para poder crear sistemas que los eviten o mitiguen. Evitando que se alineen los agujeros.
La cultura médica de la vergüenza y la culpa, puede conducir a los médicos jóvenes a negar y ocultar esos errores lo que termina siendo contraproducente.
Sin embargo, esta cultura ha sido una parte fundamental de la formación médica occidental durante generaciones.
También la sociedad tiene la idea de que el avance científico en la medicina moderna impide cualquier error y cualquier resultado adverso, y en ese contexto un fracaso suena inaceptable.
La creencia generalizada en la capacidad ilimitada de la ciencia médica es uno de tantos mitos de la cultura médica occidental moderna y de la sociedad en general, que sustenta nuestra demanda de resultados perfectos y nuestra falta de tolerancia para una morbimortalidad inevitable.
Por otra parte, no estamos programados a la culpabilidad y vergüenza cuando nuestros pacientes se ven perjudicados.
La resultante es la búsqueda quijotesca de la certeza a través de otros dogmas de la sociedad ciertamente cuestionables como más es mejor, la información es poder, la tecnología puede resolver todos nuestros problemas , y, en última instancia, la muerte es opcional.

Acción para cambiar las actitudes
No va a ser fácil cambiar el comportamiento del médico en una sociedad que demanda el exceso médico.

Deberíamos ser más abiertos sobre la inevitabilidad del fracaso, e incluso de error, y fomentar una profesión que sea más realista.

Los médicos (especialmente los jóvenes) no deberíamos olvidar que:

→ La información fuera de un contexto clínico apropiado (pedir un estudio para “cubrirse”) es más probable que cause más daño que beneficio.
→ La detección temprana no siempre se traduce en mejores resultados al paciente
→ Más certeza no siempre es mejor.
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