Entrevista a las Dras. Goldman, Maturi, Volij y Burdisso y la Lic. Morganti sobre violencia familiar - Nota de Télam
20/10/2017 21:02VIOLENCIA FAMILIAR-ABORDAJE (CON FOTO)Profesionales de un hospital decidieron seguir casos de violencia familiar para "no mirar para otro lado"
San Miguel de Tucumán, 20 de octubre (Télam)Un grupo de mujeres profesionales, psicólogas, médicas y trabajadoras sociales, convencidas de que "no era posible mirar para otro lado" en los casos de violencia familiar, conformaron un comité de seguimiento de esta problemática y establecieron su sede en un centro de salud que funciona en el predio de una parroquia del Bajo Boulogne, en el partido bonaerense de San Isidro, en donde ya llevan atendidas a 114 familias.
Las mujeres, que atienden casos de violencia en el equipo de medicina familiar del Hospital Italiano, comenzaron a percibir que no era posible atender a las personas, que llegaban con síntomas en el cuerpo, de la violencia que eran objeto y era necesario buscar el origen y hacerles un seguimiento.
Adriana Goldman, médica especialista en medicina familiar, dijo a Télam que el punto de inflexión fue en el 2012, cuando “nos sacudió un caso terrible de violencia hacía un niño de trece años, que periódicamente iba al centro de salud a consultar por un dolor abdominal. Después de mucho indagar, con respeto y cuidado, el chico le contó que su tío lo golpeaba".
"A partir de ese momento nos dimos cuenta de que era imposible mirar para otro lado, nos hicimos cargo de lo que estaba pasando y conformamos un ‘Comité de familias en seguimiento’, para ayudar a la comunidad desde otro lado, además de la medicina”, puntualizó la médica.
En esos momentos “nos propusimos tener como diagnóstico diferencial los casos de violencia para poder detectarla y empezamos a darle mucha importancia a la capacitación de los residentes en este sentido”.
El Comité funciona dentro del Centro de Salud Comunitario San Pantaleón, que a su vez está asentado en el predio que pertenece a la Parroquia Santa María del Camino.
“Es una articulación y un trabajo conjunto entre distintas instituciones que buscan mejorar la calidad de vida de las personas”, destacaron las mujeres.
Para Goldman, la violencia familiar ahora "comenzó a desnaturalizarse, dejó de ser parte de la vida privada de las personas y las víctimas que la padecen, en especial mujeres, empezaron a denunciar, sobre todo a partir del Ni Una Menos, movimiento que nos hizo sentir más acompañadas”.
El Comité estuvo integrado en principio por Goldman y Ximena García Bianchi, también medica de familia, pero luego por la complejidad de los casos abordados se fue ampliando e integró a profesionales de otras disciplinas como psicólogas y asistentes sociales, que se reúnen semanalmente a pensar el abordaje más apropiado para cada paciente.
A su vez, idearon otro espacio llamado “Gran Comité”, integrado, además por miembros de la Dirección de Niñez y Dirección de la Mujer, psicopedagogas y psicólogas.
Carla Morganti, psicóloga integrante del Comité dijo: “La idea de estos dispositivos surge de la impotencia que muchas veces sentimos al recibir estos casos y de la necesidad de hacer algo desde nuestras profesiones y no mirar para otro lado, y si bien, las situaciones de violencia siguen apareciendo, y nosotras no alcanzamos a terminar con las causas que las generan, no nos paralizamos y seguimos adelante”.
Además “esta es una forma de acompañar a los residentes del centro de salud, de que no se sientan solos y abrumados cuando detectan que un paciente sufre un caso de violencia, y que puedan consultarnos a nosotras, que los ayudamos con el tratamiento del caso, armando una estrategia de abordaje y nos ocupamos de hacer un seguimiento”, sostuvo Morganti.
Los comités trabajan con la violencia ya consumada, es por eso que también este grupo de mujeres se planteó la posibilidad de llevar adelante otras alternativas que les permita desnaturalizar la violencia en la comunidad.
De esta forma abordaron la prevención de estos casos a través de grupos llamados “Armando Red” y “Formación de Multiplicadoras” mientras que hicieron talleres en escuelas y centros educativos y clases de Zumba.
Estos dispositivos extramuros, se llevan adelante fuera del centro de salud y permiten la articulación y el trabajo conjunto con la comunidad.
"Buscamos con estas iniciativas de prevención empoderar a mujeres, quienes en la mayor parte de los casos son las encargadas del funcionamiento de las casas, para formarlas y darles la posibilidad de que ellas mismas, sensibilicen sobre la problemática de la violencia de género y familiar a otras mujeres de su misma comunidad, como una forma de prevención”, concluyó Agustina Maturi, residente de medicina familiar.Las médicas del Hospital Italiano llegaron a Tucumán para contar su experiencia en el XVI Congreso de la Federación Argentina de Medicina Familiar y General, que comenzó el miércoles pasado y se desarrollará hasta mañana en la provincia.