Rastreo aneurisma de aorta abdominal.

¿Hay que rastrear el aneurisma de aorta abdominal?

 

La detección del aneurisma aórtico abdominal  puede no reducir sustancialmente las muertes por este problema, según un estudio de cohorte sueco de más de 130000 hombres publicado en The Lancet  [1].

 

Los hallazgos cuestionan la necesidad de rastrearlo.

 

En el estudio, los autores estiman cuántas muertes se evitaron como resultado del rastreo, cuántas recibieron un sobrediagnóstico y cuántas personas fueron tratadas cuando no era necesario.

 

El sobrediagnóstico es la detección de AAA que nunca habría causado síntomas en la vida de una persona ni causado su muerte.

 

¿Motivos?

 

  1. En los últimos años, el número de casos de aneurisma aórtico abdominal ha disminuido significativamente, lo que puede alterar los beneficios y los daños del examen.
  2. Al  haber sobrediagnóstico, hay  angustia psicológica innecesaria y muchas personas se someten a una cirugía innecesaria.
  3. La cirugía para el aneurisma aórtico abdominal es una operación compleja que tiene un riesgo de complicaciones graves como ACV, IAM, amputación, insuficiencia renal e incluso muerte.

 

El estudio

 

Esta cohorte siguió a 25.265 hombres de 65 años o más que fueron invitados a la detección entre 2006-2009, y 106.087 hombres que no fueron invitados a la detección, pero por lo demás similar (grupo control igualado).

 

Los investigadores calcularon cuántos hombres fueron diagnosticados con un AAA, cuántos se sometieron a cirugía y cuántos hombres murieron a causa de la enfermedad.

 

También analizaron las tendencias generales de estos factores para todos los hombres de entre 40 y 99 años en Suecia, entre 1985 y 2015.

 

Entre 2000-2015, la mortalidad por aneurisma aórtico abdominal disminuyó en un 70% en toda Suecia (de 36 a 10 muertes por 100000 hombres de 65-74 años) adjudicadas al descenso del tabaquismo. Es de notar que las tasas de incidencia se mantuvieron similares entre los rastreados y no rastreados. Además, el rastreo NO redujo sustancialmente la mortalidad, con un estimado de dos muertes evitadas por cada 10.000 hombres examinados 6 años después del rastreo.

 

La diferencia no fue estadísticamente significativa entre los rastreados y los que no.

 

El rastreo se asoció con un daño significativo por sobrediagnóstico y tratamiento innecesario: 6 años después del rastreo, 49 de c/10.000 hombres sometidos a rastreo probablemente habían sido diagnosticados en exceso, y 19 de estos hombres probablemente se habrían sometido a una cirugía innecesaria.

 

Los daños del rastreo pueden superar los beneficios.

 

Tengamos en cuenta si en nuestro país comienza a disminuir el tabaquismo como parece (en la Encuesta Nacional de F de R en el 2005= 29.7%, 2009= 27.1% y 2013= 25.1%) puede ser innecesario el rastreo

 

[1] http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(18)31031-6/fulltext