Diverticulitis no complicada: con o sin ATB
Los antibioticos han sido el principal tratamiento de la diverticulitis a pesar que hay poca evidencia que sustenta esta conducta.
La hipótesis actual (cada vez más respaldada por la evidencia científica) es que la diverticulitis aguda es un proceso inflamatorio más que infeccioso.
Junto con este paradigma cambiante, la evidencia reciente ha desafiado el uso temprano de antibióticos en casos no complicados.
Limitar el uso de antibióticos en casos leves de diverticulitis aguda reduciría la resistencia a los antibióticos y la exposición del paciente a eventos adversos como la infección por C. difficile y reduciría los costos.
Dos ensayos clínicos aleatorizados exploraron recientemente la morbilidad y mortalidad asociadas con el tratamiento de la diverticulitis no complicada.
En 2012, el estudio AVOD, incluyó a más de 600 pacientes, descubrió que el tratamiento con antibióticos de la diverticulitis aguda no complicada NO evitaba complicaciones, NO reducía la duración de los síntomas ni evitaba la recurrencia en pacientes hospitalizados.
El ensayo DIABOLO también mostró que la observación sola, en comparación con la terapia con antibióticos, no condujo a un mayor riesgo de complicaciones, recurrencia o mortalidad en pacientes hospitalizados con diverticulitis no complicada confirmada por TAC.
Estos ensayos grandes y multicéntricos han confirmado los hallazgos de varios estudios de cohorte retrospectivos y prospectivos que también han cuestionado la función del tratamiento antibiótico inicial.
Puede ser difícil generalizar estos hallazgos al área ambulatoria porque los participantes en estos estudios ingresaron en el hospital y recibieron suero endovenoso.
Un estudio observacional encontró que las tasas de complicaciones no aumentaron ya que los médicos evitaron los antibióticos iniciales para pacientes ambulatorios con diverticulitis no complicada.
Los ensayos clínicos aleatorizados activos actualmente evalúan la eficacia del tratamiento sin antibióticos iniciales en poblaciones ambulatorias.
Al considerar el tratamiento sin antibióticos, algunos médicos pueden estar preocupados de que la evaluación por TAC pueda tener una sensibilidad inadecuada para la diverticulitis complicada.
Sin embargo, los pacientes con evidencia de diverticulitis complicada en la TAC inicial que fueron diagnosticados erróneamente con enfermedad no complicada no tenían más probabilidades de desarrollar complicaciones en ausencia de antibióticos.
Aún así, los antibióticos pueden reducir las tasas de complicaciones y la enfermedad diverticular grave en poblaciones de mayor riesgo.
Los pacientes que toman corticoides o medicamentos inmunosupresores, con sepsis y con dolor persistente y severo pueden justificar el tratamiento con antibióticos porque tienen un mayor riesgo de intervención de procedimiento, hospitalización prolongada o readmisión.
Aunque el tratamiento óptimo de la diverticulitis aguda no complicada sigue siendo una pregunta abierta, la Asociación Americana de Gastroenterología recientemente actualizó sus recomendaciones en respuesta a la creciente evidencia de que los antibióticos no cambian los resultados en la diverticulitis aguda no complicada.
La AAG recomienda abstenerse de la terapia con antibióticos en pacientes con diverticulitis aguda no complicada, a menos que los pacientes presenten signos de sepsis, estén inmunocomprometidos o presenten evidencia de aire libre en cavidad o absceso en las imágenes transversales.