Cómo compartir decisiones. Una revisión Cochrane.
La siguiente es una revisión Cochrane de las actividades para ayudar a los profesionales de la salud a compartir decisiones sobre la atención con sus pacientes.
¿Cuál es el objetivo de esta revisión?
Los profesionales de la salud a menudo no comprometen a sus pacientes en la toma de decisiones sobre su cuidado.
Al tomar decisiones compartidas, los médicos informan a los pacientes sobre sus opciones e invitan a elegir la opción que refleje lo que es importante para ellos, incluida la opción de no continuar con algún tratamiento.
Se dice que la toma de decisiones compartida es deseable porque la participación del paciente se acepta como un derecho y los pacientes en general quieren más información sobre su estado de salud y prefieren tomar un papel activo en las decisiones sobre su salud.
El objetivo de esta revisión fue averiguar si las actividades para aumentar la toma de decisiones compartida por los profesionales de la salud son efectivas o no.
Ejemplos de estas actividades son: Programas de capacitación, distribución de folletos o los recordatorios por correo electrónico.
Los investigadores Cochrane recolectaron y analizaron todos los estudios relevantes para responder esta pregunta y encontraron 87 estudios.
Existe una gran variedad de actividades para aumentar la toma de decisiones compartida por los profesionales de la salud, pero no se puede concluir cuáles
funcionan mejor porque la evidencia es de baja calidad.
¿Qué se estudió en la revisión?
Esta revisión examinó 87 estudios que probaron qué tipo de actividades funcionan mejor para ayudar a los profesionales de la salud a involucrar más a sus pacientes en la toma de decisiones sobre su atención.
También se examinó el efecto de estas actividades en el arrepentimiento de decisiones, la calidad de vida relacionada con la salud física o mental, la duración de la consulta y el costo.
Los estudios fueron tan diferentes que estas actividades fueron difíciles de comparar.
Primero, se dividió a los estudios en aquellos que usaban observadores externos y los que usaban pacientes para medir la toma de decisiones compartida.
Luego, se dividió los estudios en los que analizaban las actividades:
a) Para profesionales de la salud (por ejemplo, capacitación),
b) Para pacientes (por ej., proporcionándoles material de ayuda en la decisión, que es un folleto que explica las opciones y
se los invita a pensar sobre sus valores y preferencias)
c) Tanto para profesionales de la salud como para pacientes (por ejemplo, capacitación y ayuda para la toma de decisiones).
Finalmente, se subdividieron cada una de estas tres categorías en estudios que compararon la actividad con la atención habitual y estudios que
compararon la actividad con otra actividad.
También se observó cuán cierta era la evidencia de nuestro resultado primario (el grado en que los profesionales de la salud involucran a sus pacientes
en la toma de decisiones sobre su atención) y los resultados secundarios (decisión de arrepentimiento, calidad de vida relacionada con la salud física o
mental, duración de La consulta, y el costo) de interés.
¿Cuáles son los principales resultados de la revisión?
44 estudios analizaron actividades sólo para pacientes
28 estudios analizaron actividades tanto para profesionales de la salud como para pacientes,
15 estudios analizaron actividades sólo para profesionales de la salud.
Si bien los estudios en las tres categorías han probado muchas actividades diferentes para aumentar la toma de decisiones compartida por los profesionales de la salud, en general no podemos confiar en la efectividad de estas actividades porque la certeza de la evidencia fue débil.
Esto se debe a que había muchas fuentes posibles de error (por ej, no asegurarse de que las actividades probadas no se proporcionaron también a los grupos de comparación) y, a menudo, un informe deficiente de los resultados (es decir, no proporcionar suficiente información para juzgar la calidad de la evidencia).
Aunque fue difícil llegar a conclusiones firmes, podemos decir que en comparación con ninguna actividad en absoluto, las actividades para los profesionales de la salud pueden mejorar ligeramente la calidad de vida relacionada con la salud mental, pero hacen poca o ninguna diferencia en la calidad relacionada con la salud física.
También se pudo concluir que las actividades dirigidas tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes pueden hacer poca o ninguna diferencia a tomar una decisión diferente de la original (sólo un estudio).
¿Qué tan actualizada es esta revisión?
Se realizaron búsquedas de estudios publicados hasta junio de 2017. (La revisión se publicó en Junio 2018).