Siempre está bueno volver al PURE
El estudio PURE sacó conclusiones muy importantes en estos años.
Una de ellas es que el LDL es prácticamente inútil para predecir el impacto de la dieta sobre los resultados de enfermedad cardiovascular.
La relación entre los nutrientes de la dieta y los marcadores de riesgo de enfermedad cardiovascular en muchas regiones del mundo es desconocida.
Muchos médicos repiten lo de siempre: "Bajar las grasas de la dieta…" Pero al hacerlo, aumentarán los niveles de hidratos de carbono y proteínas. ¿Eso es mejor?
El PURE investigó el efecto de los nutrientes de la dieta sobre los lípidos y la presión arterial, dos de los factores de riesgo más importantes para las enfermedades cardiovasculares, en países de ingresos bajos medios y altos. Leé las conclusiones que se publicaron hace algunos años:
Métodos
Se estudiaron prospectivamente 125.287 participantes de áreas rurales y urbanas de 18 países en América del Norte, América del Sur (Argentina entre ellos), Europa, África y Asia.
La ingesta habitual de alimentos se midió con cuestionarios de frecuencia de alimentos ingeridos.
Se evaluaron las asociaciones entre los diferentes nutrientes de la dieta (grasas totales, ácidos grasos saturados, monoinsaturados y poliinsaturados, carbohidratos, proteínas y colesterol) y los marcadores de riesgo de enfermedad cardiovascular mediante el modelado multinivel.
El efecto de la sustitución isocalórica de los ácidos grasos saturados con otras grasas y carbohidratos se determinó en general y por los niveles de ingesta, mediante el uso de modelos de densidad de nutrientes.
Una mayor ingesta de grasa total se asoció con mayores concentraciones de:
- Colesterol total
- LDL
- HDL
- Apo A1
- Y una disminución de los triglicéridos.
A su vez aumentó la proporción de:
- Colesterol total/HDL
- Triglicéridos/HDL
- Apo B/Apo A1
Todas las p fueron estadísticamente significativas (< 0.0001).
Una mayor ingesta de carbohidratos se asoció con menores concentraciones de:
- Colesterol total
- LDL
- Apo B
- HDL
- Apo A1
Y aumentaron los siguientes:
- Triglicéridos
- Relación Colesterol total/HDL
- Triglicéridos/HDL
- Proporción Apo B/Apo A1
Una mayor ingesta de grasa total, ácidos grasos saturados y carbohidratos se asoció con una mayor presión arterial.
Una mayor ingesta de proteínas se asoció con una menor presión arterial.
El reemplazo de los ácidos grasos saturados por carbohidratos se asoció con efectos más adversos sobre los lípidos, mientras que…El reemplazo de los ácidos grasos saturados con grasas no saturadas mejoró algunos marcadores de riesgo (LDL y presión arterial), pero pareció empeorar otros (HDL y triglicéridos).
Las asociaciones observadas entre los ácidos grasos saturados y los eventos de enfermedad cardiovascular fueron aproximadas por las asociaciones simuladas mediadas a través de los efectos en la proporción de Apo B a Apo A1, pero no con otros marcadores de lípidos como el LDL.
Conclusiones
Los autores reconocen que las conclusiones observadas están en desacuerdo con las recomendaciones actuales de reducir la grasa total y las grasas saturadas.
Reducir la ingesta de ácidos grasos saturados y reemplazarlos con carbohidratos tiene un efecto adverso en los lípidos sanguíneos.
Sustituir los ácidos grasos saturados con grasas no saturadas puede mejorar algunos marcadores de riesgo, pero puede empeorar otros.
Las simulaciones sugieren que la proporción de Apo B/ Apo A1 probablemente proporciona la mejor indicación general del efecto de los ácidos grasos saturados sobre el riesgo de enfermedad cardiovascular entre los marcadores analizados.
Centrarse en un solo marcador de lípidos como el LDL no es lo adecuado ya que no logra definir los efectos clínicos netos de los nutrientes sobre el riesgo cardiovascular.
https://www.thelancet.com/journals/landia/article/PIIS2213-8587(17)30283-8/fulltext