Incontinencia fecal

La incontinencia fecal es el paso involuntario de gases o heces. 

 

La etiología subyacente es a menudo compleja con múltiples factores contribuyentes posibles, que incluyen anomalías estructurales anorrectales,

trastornos neurológicos, disfunción cognitiva o conductual, consistencia de las heces o discapacidad general (particularmente la edad). 

 

A veces no se puede encontrar la causa. 

 

Es un síntoma extremadamente común, afecta hasta al 10% de los adultos, pero la verdadera prevalencia permanece oculta debido al estigma asociado.

 

La incontinencia fecal puede ser una enfermedad desmoralizante y socialmente debilitante. Sin embargo, varios mecanismos pueden permitir que incluso

personas con síntomas graves lleven vidas normales. 

 

  • Además de la empatía, el apoyo y la comprensión, los consejos sobre productos de continencia pueden ayudar a evitar un tratamiento más invasivo. 

 

  • Pensá en tres diagnósticos que pueden estar presentes y que precisás excluir: Prolapso rectal, hemorroides de tercer grado y síndrome de cola de caballo.

 

El tratamiento puede iniciarse sin un diagnóstico definitivo

 

Incluso esta medida puede ser suficiente para que algunos pacientes manejen su condición. 

 

Es bueno alterar la dieta para promover una consistencia ideal de las heces y un vaciado intestinal predecible. 

 

Un diario de alimentos es útil para identificar los alimentos que pueden estar asociados con la incontinencia.

 

Los suplementos de ispagula (psyllium) pueden ayudar con la consistencia de las heces, pero deben indicarse de a poco. Lenta y gradualmente para

evitar distensión.

 

Los consejos sobre evacuación intestinal regular y efectiva pueden reducir las fugas.

 

Los ejercicios musculares del piso pélvico, la biorretroalimentación y la estimulación eléctrica están destinados a mejorar la sensación, la coordinación y

la fuerza del piso pélvico. 

 

Aunque muchos estudios han sugerido una mejora en hasta el 90% de los pacientes, varios ensayos controlados aleatorios han demostrado que tales

intervenciones no son mejores que el tratamiento estándar. 

 

Sin embargo, el tratamiento es inocuo y la opinión consensuada es que una u otra de estas intervenciones debe considerarse para las personas

que continúan teniendo episodios de incontinencia fecal después del tratamiento inicial.

 

Tratamiento con antidiarreicos

 

Si la incontinencia se asocia con heces blandas, los agentes antidiarreicos pueden ser beneficiosos al reducir las secreciones intestinales y la motilidad. 

 

La loperamida también tiene un efecto de aumento directo en el esfínter. 

 

Tiene menores efectos secundarios que otras drogas en este grupo, por lo general se tolera bien, pero puede causar dolor abdominal, boca seca,

náuseas y mareos. 

 

Otras alternativas incluyen atropina y amitriptilina, que pueden actuar para reducir la actividad motora rectal. 

 

Para la mayoría de los agentes, la duración del tratamiento puede ser indefinida, pero parece ser segura a largo plazo con dosis bajas. 

 

Si se usa atropina, nuevamente, la duración del tratamiento puede ser indefinida, pero la dosis debe reducirse después del control inicial de la enfermedad para

reducir los efectos secundarios del tratamiento.

 

Dosis: Loperamida 4 mg por vo como dosis única y luego 2 mg después de cada episodio de incontinencia (máximo 16 mg/día).

 

En pacientes con lesiones de la columna donde la falta de sensación en el recto produce impactación y desbordamiento, el uso de un enema o régimen de

supositorios puede ayudar a evacuar el recto de manera más efectiva, eliminando cualquier bolo fecal y reduciendo la incontinencia por desbordamiento.

 

Además, los enemas y los supositorios pueden regular la función intestinal en pacientes no estreñidos, lo que permite una evacuación más efectiva en un

momento socialmente conveniente y reduce la filtración posterior a la defecación.

 

Se puede indicar fosfato sódico o lactulosa en dosis de 15-30 ml  una  o dos veces al día, máximo 60 ml/día

 

https://www.nice.org.uk/guidance/cG49