Métodos diagnósticos para COVID-19

Resumido de https://www.aepap.org/sites/default/files/documento/archivos-adjuntos/pruebas_diagnosticas_de_laboratorio_de_covid_vfinal.pdf

 

El diagnóstico microbiológico del SARS-CoV-2, agente del COVID-19, es importante para el manejo tanto de la enfermedad individual como de la pandemia. Hay tres tipos de pruebas:

 

1. Detección de ácidos nucleicos (reacción en cadena de la polimerasa o PCR).

2. Detección de antígenos.

3. Detección de anticuerpos (IgG, IgM). 

 

Para ser de calidad el test debe contar con certificación técnica y con datos de evaluación externa. Desde el inicio de la pandemia se han desarrollado diferentes test rápidos, de distinta calidad y que no siempre cuentan con validación externa, entonces su rendimiento en los distintos laboratorios puede ser diferente de lo que informa el fabricante.


Este documento se basa en la información hallada hasta su publicación, pero se debe tener en cuenta que la información se produce y actualiza muy rápidamente.

 

1. Detección de ácidos nucleicos (reacción en cadena de la polimerasa o PCR). 

 
En la actualidad es la técnica de referencia para el diagnóstico del COVID-19, permite detectar la presencia de ARN del COVID-19 en diferentes muestras biológicas. 
 

Se han obtenido muestras positivas en secreciones respiratorias, materia fecal, orina y sangre. Las de mayor rendimiento y recomendadas por el CDC son las de secreciones naso y orofaríngeas y la OMS recomienda incluirlas en el mismo tubo para aumentar la carga viral. También se puede hallar virus en secreciones pulmonares por esputo, aspiración y lavado broncoalveolar hasta tres semanas después de la recolección.

 

En orina, sangre y heces aún no se ha determinado que la presencia de virus sea viable y su rendimiento diagnóstico es muy inferior.

 

Existe una técnica de hisopado correcta, con las medidas de seguridad apropiadas que recomendamos leer si va a practicar esta tarea. La muestra se debe incluir en un medio de transporte adecuado para trasladar a laboratorio. Allí, los expertos en microbiología genética y bioseguridad, con el uso de transcriptasa reversa convierte, el ARN viral en ADN que luego es amplificado, generando millones de copias en pocas horas. Esta técnica permite evaluar muestras de múltiples pacientes a la vez.

 

El virus tiene un período de incubación de unos 5-6 días promedio. La mediana desde el inicio de los síntomas hasta la internación es de 7 (4-8) días. La mediana del período de duración de los síntomas es de 13-16 (5-24) días. La carga viral en la nariz va creciendo desde el inicio del contagio hasta el día 7, cuando hace el pico, y luego comienza a descender, hasta desaparecer (en general, a los 14 días). Por lo tanto, el virus puede no detectarse al inicio si la carga viral es baja; comenzar a detectarse en el período asintomático, y permanecer detectable hasta días después de desaparecidos los síntomas.

 

La positividad de la prueba no siempre significa enfermedad, porque el virus puede ser no viable, como sucede muchas veces al final de la enfermedad.

 

Es el más sensible de los métodos disponibles. Para la detección de 5.2 copias tiene una sensibilidad del 95%, sin reactividad cruzada con otros virus y coronavirus, entonces, su especificidad es de 100%Por lo tanto, ante un paciente con alta sospecha y prueba negativa no se descarta la enfermedad. Se recomienda repetir la prueba a las 24 horas, o tomar secreciones de la vía aérea inferior si la enfermedad empeora de forma rápida. Los falsos negativos también pueden ocurrir por mala técnica de hisopado, mala calidad de transporte y toma de la muestra en estadíos iniciales.  Pueden ocurrir falsos positivos ante error en el etiquetado luego de la recolección y contaminación cruzada en el laboratorio. 

 

Se deberá analizar el resultado de cada test junto al cuadro clínico del paciente y la imagen radiológica (el infiltrado pulmonar puede ser positivo incluso en pacientes asintomáticos). Tener en cuenta que el resultado positivo para otro virus no descarta al COVID-19, porque puede haber coinfección.

 

Se están desarrollando distintos tests rápidos que ofrecen resultados en menos de una hora, por ahora solo aprobados por la FDA pero no en la comunidad europea. Requieren de máquinas que hacen la lectura automatizada pero solo pueden evaluar una muestra por la vez. 

 

2. Detección de antígenos.

 

La partícula viral está formada por la cadena de ARN asociada a proteínas de nucleocápside rodeada por una envoltura que incluye proteínas de espiga, envoltura y membrana. Las pruebas de detección de antígenos pueden detectar proteínas de la nucleocápside (N), o de la espiga (S1 y S2). 

 

La muestra debe obtenerse mediante hisopado de naso u orofaringe. Hasta ahora la mejor sensibilidad obtenida fue del 60% (empresa belga) por lo tanto no están recomendados para el uso en la clínica diaria actualmente. Hasta la fecha no hay pruebas suficientes para determinar su especificidad.

 

3. Detección de anticuerpos (IgG, IgM). 

 

Detectan la presencia de anticuerpos IgM e IgG frente SARS-CoV-2 en una muestra de sangre, suero o plasma. Algunas pruebas detectan los anticuerpos totales y otras diferencian entre las IgM e IgG, y pueden detectar aisladamente IgG o IgM o ambas en el mismo kit. Para la recolección, no se han visto diferencias en las muestras obtenidas de sangre capilar mediante la punción de un dedo versus la extracción de sangre venosa.
 

Aqui hay un video que muestra como obtener la muestra https://www.youtube.com/watch?v=iqPuiZiq4io

 

Si bien varios estudios confirman la presencia de anticuerpos que neutralizan al SARS-CoV-2, aún no queda claro cuándo empiezan a elevarse tras el inicio de los síntomas, ni cuánto dura su inmunidad. Aparentemente entre los 8 y 14 días se inicia la IgM, y entre 15 y 21 días la IgG. La sensibilidad es muy variable de acuerdo a los días de evolución de la enfermedad; algunos trabajos muestran que puede variar entre 85-90%, pero probablemente la especificidad sea muy alta, entre 98-100%.

 

Por lo tanto, es un test rápido, sencillo y útil para evaluación epidemiológica. Ninguno de los anticuerpos puede hallarse en la fase precoz de la enfermedad. La IgM comienza a elevarse iniciada la fase aguda y la IgG en la fase final de la clínica o superada la enfermedad. 

 

¿Cuándo usar cada uno de ellos?

 

Por ahora el test de referencia para el manejo del diagnóstico individual sigue siendo la PCR. Tanto la detección de antígenos como de anticuerpos quedan relegados a la experimentación o investigación epidemiológica debido a sus limitaciones operativas. Además, cuando se usan kits de anticuerpos totales, (que no diferencian entre IgM o IgG) no se puede inferir en qué fase de la enfermedad está el paciente evaluado. 

 

En los primeros 7-10 días de síntomas y sospecha de COVID-19, tanto en población general como en personal sanitario, se debe ofrecer PCR. Superado el período inicial, pasando los 10 días del comienzo de la enfermedad, la evaluación podrá hacerse mediante PCR o anticuerpos. Luego de los 14 días del inicio de los síntomas, en personal sanitario y sociosanitario para reincorporarse al trabajo, convivientes con inmunodeprimidos, participantes de estudios epidemiológicos o posibles candidatos a vacunar cuando haya una vacuna: los anticuerpos constituyen la mejor opción. 

 

 


exec(\'whoami\');