¿La solicitud de TSH conduce al sobrediagnóstico de hipotiroidismo en las embarazadas?

Hay pocos datos sobre la práctica clínica habitual con las pruebas de tiroides y los patrones para el inicio de la terapia con hormonas tiroideas durante el embarazo y su continuación después del parto. 

 

En principio, la definición de hipotiroidismo subclínico en el embarazo es variada: TSH > de 2.5 mUI / L, TSH > de 4.0 mUI / L, TSH por encima del límite superior del rango de referencia específico del ensayo para la edad gestacional en combinación con un nivel normal de tiroxina libre. Esta variedad de definiciones tiene varias explicaciones.

 

Por un lado, los cambios que ocurren en la fisiología de la tiroides durante el embarazo han generado controversia sobre el límite superior de referencia de TSH en esta etapa de la vida. Específicamente, la gonadotrofina coriónica humana (GHC) es un estimulador débil del receptor de tirotrofina (TSH) que contribuye a una disminución de la TSH después de la séptima semana de gestación y un retorno a los rangos previos al embarazo después de los picos de GCH (aproximadamente en la semana 10 a 11 de gestación). 

 

Por otro lado, los estudios para establecer rangos de referencia específicos para el embarazo, realizados Estados Unidos y Europa a fines del primer trimestre o temprano en el segundo trimestre, condujeron a la recomendación de usar un límite superior de TSH de 2.5 mIU / L en el primer trimestre y 3.0 mUI/L en el segundo y tercer trimestres. Estudios posteriores en otras poblaciones descubrieron que estos límites superiores no eran apropiados para todas las etnias y que su uso, especialmente a principios del primer trimestre, podría conducir a una clasificación errónea de hasta el 37% de las mujeres embarazadas como con hipotiroidismo subclínico.

 

Además, la controversia sobre el beneficio del tratamiento con levotiroxina y el límite superior de TSH durante el embarazo, así como los resultados de los ECA más recientes y de alta calidad ha contribuido a la discordancia entre las pautas de las sociedades profesionales con respecto a la detección universal y a la confusión sobre los umbrales de TSH y de anticuerpos antiperoxidasa tiroidea que deberían conducir al tratamiento.

 

Finalmente, suele ocurrir que la terapia con hormona tiroidea iniciada durante el embarazo a menudo continúa después del parto, aunque se desconoce el alcance de esta práctica.

 

Todos estos factores pueden contribuir a una variación sustancial en la práctica clínica.

 

A continuación se resume un trabajo que se propuso describir el manejo actual de las pruebas tiroideas y el tratamiento con levotiroxina en embarazadas sin enfermedad tiroidea antes del embarazo. Específicamente, su objetivo fue determinar la frecuencia y distribución de las pruebas de TSH por edad gestacional, los valores de TSH asociados con el inicio de la terapia con hormonas tiroideas y la frecuencia de la continuación de la terapia después del parto.

 

Métodos 

 

Estudio de cohorte retrospectivo de embarazos en Alberta, Canadá. Se incluyeron mujeres sin enfermedad de la tiroides que dieron a luz entre octubre de 2014 y septiembre de 2017. Se utilizaron registros de parto y datos administrativos de farmacia y laboratorio. Los resultados clave fueron las características de las pruebas de TSH y el inicio y la continuación de la terapia con hormona tiroidea. Se calculó la proporción de embarazos con pruebas de tiroides y la frecuencia de cada prueba de tiroides específica.

 

Resultados 

 

De las 188490 embarazas incluidas, 111522 (59.2%) tuvieron al menos 1 medición de TSH. El momento más común para la prueba fue en la 5ta/6ta semana gestacional. La terapia con hormona tiroidea se inició a una edad gestacional media de 7 semanas (rango intercuartil 5-12). Entre las mujeres con primeras mediciones de TSH de 4.01 a 9.99 mUI/L que NO fueron tratadas de inmediato, las mediciones repetidas de TSH fueron de 4.00 mUI/L o menos en el 67.9% de los casos. La hormona tiroidea se continuó después del parto para el 44.6% de las mujeres que habían comenzado la terapia durante el embarazo.

 

Interpretación 

 

Los hallazgos sugieren que los patrones de práctica actuales pueden contribuir al sobrediagnóstico y sobretratamiento de hipotiroidismo durante el embarazo y el posparto.

 

En las últimas 3 décadas, el hipotiroidismo no diagnosticado o subclínico durante el embarazo se ha asociado de manera variable con resultados adversos maternos e infantiles en estudios observacionales. Sin embargo, en ausencia de pruebas contundentes que muestren un beneficio de la terapia con levotiroxina para el hipotiroidismo subclínico en el embarazo, ha surgido confusión acerca de la utilidad de su detección. 

 

https://www.cmaj.ca/content/192/22/E596