Alcohol y tensión arterial (un meta-análisis)

Más de 2 mil millones de personas en todo el mundo consumen alcohol. Esta sustancia de abuso puede conducir a más de 200 trastornos, incluida la hipertensión arterial.

 

El alcohol tiene efectos agudos y crónicos sobre la presión arterial. La revisión Cochrane presentada a continuación se propuso cuantificar los efectos agudos de diferentes dosis de alcohol sobre la presión arterial y la frecuencia cardíaca a lo largo del tiempo en una población adulta.

 

 

Objetivos

 

Primario: determinar los efectos  a corto plazo del alcohol versus placebo sobre la presión arterial sistólica y diastólica en adultos sanos e hipertensos mayores de 18 años.

 

Secundario: determinar los efectos a corto plazo del alcohol versus placebo sobre la frecuencia cardíaca en adultos sanos e hipertensos mayores de 18 años.

 

 

Criterios de selección

 

Ensayos controlados aleatorios (ECA) que compararon los efectos de una dosis única de alcohol versus placebo sobre la presión arterial (PA) o la frecuencia cardíaca (FC) en adultos (de 18 años de edad o más).

 

 

Análisis de datos

 

Dos revisores extrajeron los datos de forma independiente y evaluaron la calidad de los estudios incluidos. También se contactó con los autores de los ensayos para obtener información faltante o poco clara. 

 

La medida de resultado fue la diferencia de medias (DM) del placebo con un intervalo de confianza (IC) del 95% y se usó un modelo de efectos fijos para combinar los tamaños de los efectos entre los estudios. 

 

 

Resultados principales

 

Se incluyeron 32 ECA con 767 participantes. La mayoría eran hombres (N = 642) y estaban sanos. La edad media de los participantes fue de 33 años y el peso corporal medio fue de 78 kilos.

 

Dosis bajas de alcohol (<14 g): dentro de las 6 horas (2 ECA, N = 28) no afectaron la PA pero aumentaron la FC en 5.1 latidos por minuto (lpm) (IC del 95%: 1.9 a 8.2) (evidencia de certeza a moderada).

 

Dosis medias de alcohol (14 a 28 g): dentro de las 6 horas (10 ECA, N = 149) disminuyeron la presión arterial sistólica (PAS) en 5.6 mmHg (IC del 95%: ‐8.3 a ‐3.0) y la presió arterial diastólica (PAD) en 4.0 mmHg (IC del 95%: ‐6.0 a ‐2.0) e incrementaron la FC en 4.6 lpm (IC del 95%: 3.1 a 6.1) (evidencia de certeza moderada para todos). Dentro de las 7 a 12 horas siguientes (4 ECA, N = 54) no afectaron la PA ni la FC. Después de 13 horas del consumo (4 ECA, N = 66) no afectaron la PA ni la FC.

 

Dosis altas de alcohol (> 30 g) en 6 horas (16 ECA, N = 418) disminuyeron la PAS en 3.5 mmHg (IC del 95%: ‐6.0 a ‐1.0) y la PAD en 1.9 mmHg (IC del 95%: 3.9 a 0.04) y aumentaron la FC en 5,8 lpm (IC del 95%: 4,0 a 7,5). La certeza de la evidencia fue moderada para PAS y FC y baja para PAD. Dentro de las 7 a 12 horas siguientes al consumo (3 ECA, N = 54) disminuyeron la PAS en 3.7 mmHg (IC del 95%: ‐7.0 a ‐0.5) y la PAD en 1.7 mmHg (IC del 95%: 4.6 a 1.8) y aumentaron FC en 6.2 lpm (IC del 95%: 3,0 a 9,3). La certeza de la evidencia fue moderada para PAS y FC, y baja para PAD.Luego de 13 horas después del consumo (4 ECA, N = 154) aumentaron la PAS en 3.7 mmHg (IC del 95%: 2,3 a 5,1), la PAD en 2.4 mmHg (IC del 95%: 0,2 a 4,5) y la FC en 2.7 lpm ( IC del 95%: 0,8 a 4,6) con evidencia de certeza moderada para todas. 

 

 

Conclusiones de los autores

 

Las dosis altas de alcohol tienen un efecto bifásico en la PA; la disminuyen hasta 12 horas después del consumo y la aumentan luego de las 13 horas. 

 

Las dosis altas de alcohol aumentan la FC en todo momento hasta 24 horas siguientes. 

 

Los resultados de esta revisión son relevantes principalmente para hombres sanos, ya que solo incluyeron un pequeño número de mujeres en los ensayos incluidos.

 

https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD012787.pub2/full

 

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