Melatonina para el insomnio

La concentracion plasmática de melatonina varía con la edad. Su secreción comienza durante el tercer o cuarto mes de vida y aumenta rápidamente hasta alcanzar un punto máximo nocturno, de 1 a 3 años posteriores. Luego el nivel de melatonina declina ligeramente hasta llegar a una meseta, que persiste sin cambios durante la edad adulta temprana. Finalmente, la secreción nocturna de melatonina comienza un marcado y continuo descenso. Las concentraciones nocturnas máximas de personas de 70 años son solo una cuarta parte, o menos, de lo que son en adultos jóvenes.

 

Además de las variaciones según la edad, la secreción de melatonina tiene un ritmo circadiano. Durante los momentos de luz la concentración es baja. Asciende con el inicio de la oscuridad y alcanza su punto máximo en medio de la noche, entre las 11 pm y las 3 am. Finalmente cae bruscamente antes de la aparición de la luz.

 

Si bien este ritmo está estrechamente vinculado al ciclo luz-oscuridad, se vio que persiste si se coloca a una persona en una habitación oscura durante unos días y que tampoco cambia inmediatamente cuando se modifica el horario de luz. Esto indicaría que el ritmo también está determinado por señales endógenas cíclicas, probablemente originadas en el sistema nervioso central.

 

Por otro lado, la melatonina exógena también puede sincronizar y cambiar las fases del ritmo circadiano humano. En estudios realizados con voluntarios sanos, 0.5 mg de melatonina adelantaron la secreción de melatonina nocturna cuando se administraba a las 17 hs. Dosis mayores provocaron mayores adelantos de fase.

 

Melatonina exógena

 

Los productos de melatonina son de venta libre y se los puede adquirir sin receta.

 

Su administración parece tener 2 efectos: la promoción del inicio y mantenimiento del sueño y el cambio de fase del ritmo circadiano, incluido el ritmo de la melatonina misma. Ambos efectos se logran con dosis fisiológicas, es decir, de 0.1 a 0.3 mg para dormir y de 0.3 a 0.5 mg para el cambio de fase (dosis que podría elevar los niveles de melatonina plasmática durante el día hasta el rango nocturno observado en adultos jóvenes). Por lo tanto siempre se sugiere, particularmente en adultos mayores, el uso de las dosis más bajas (1.5 mg/día), 2 horas antes de dormir e ir aumentando progresivamente. La biodisponibilidad es variable por el primer paso hepático por lo que la dosis necesaria varía de persona a persona. Es conveniente estar atento a la aparición de efectos biológicos, como somnolencia diurna, deterioro del rendimiento físico y mental, hipotermia e hiperprolactinemia. Estos efectos no se observan con concentraciones fisiológicas de melatonina.

 

Habitualmente, una dosis oral de 2 mg una vez al día, es bien tolerada y no presenta efectos de rebote, abstinencia o “resaca”'. Tampoco interfiere con tratamientos concomitantes con antihipertensivos, hipoglucemiantes, hipolipemiantes o antiinflamatorios.

 

Referencias:

1. Uptodate

2. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22429105/

3. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0213485318302007?via%3Dihub

 

21-10-20