Niños con HTA: la definición se está cuestionando

La hipertensión arterial (HTA) es una de las condiciones que se bate a duelo entre aquellos que se esfuerzan en afilar un diagnóstico precoz y los que pregonan que es un motivo más de sobrediagnóstico.

 

Las definiciones de HTA en los adultos variaron mucho en los últimos años. Si bien se acepta que 2 mediciones iguales o mayores a 140/90 mmHg definen la HTA, ahora se tienen en cuenta las situaciones de estrés que presentan los pacientes en los centros de salud y que pueden alterar los registros de presión. Las metodologías alternativas incluyen el “holter de presión arterial”, el monitoreo ambulatorio con tensiómetros homologados y el monitoreo domiciliario con tensiómetros no homologados. Todas estas opciones siguen siendo igualmente grandes motivos de discusión. No solo no hay acuerdos sino que coexisten diferentes interpretaciones sobre el valor que las distintas especialidades médicas le dan a la HTA.

 

En los adultos, los valores de HTA fueron definidos en base a los resultados de estudios observacionales y a grandes ensayos clínicos con terapias antihipertensivas. Además, en tiempos no muy lejanos, en el afán de “protegerlos” de este factor de riesgo, se propusieron condiciones como la prehipertensión. Esto clasifica a las personas en un grupo de individuos con más riesgo de ser hipertensos en el futuro pero sin tener daño alguno en el presente. Sin embargo, este “encasillamiento medicalizador” sí termina generando sufrimiento en el presente porque a muchos individuos saberse prehipertensos los hace sentir enfermos.

 

Y, hasta ahora, en el mundo de la atención de los niños no existía tanta discusión.

 

Es sabido que los valores para clasificar a los niños como hipertensos cambian de acuerdo al sexo, a la edad y a la talla del individuo. En Gran Bretaña, los percentilos (PC) de presión arterial (PA) de referencia para individuos de entre 4 y 23 años se basan en datos demográficos obtenidos de 7 encuestas nacionales que registraron 3 mediciones de PA. Ellos definen prehipertensión cuando la presión arterial sistólica (PAS) o la presión arterial diastólica (PAD) se encuentra entre el PC 91 y 98 para la edad y consideran al niño hipertenso cuando los valores superan el PC 98.

 

Por otro lado, en las directrices de la Asociación Americana de Pediatría (AAP) de 2017, las tablas de PA se generaron con datos exclusivamente de niños con peso normal, excluyendo las mediciones de aquellos con sobrepeso y obesidad, que anteriormente sí se incluían en las bases de datos. Como resultado, los valores de presión arterial son varios mmHg más bajos que en las tablas similares publicadas previamente por el NHBPEP (sigla por su nombre en inglés, National High Blood Pressure Education Program).

 

Entonces, para la AAP la definición actual divide a los niños en 2 bandas:

 

Niños de 1 a 13 años: a) valores de presión arterial normal serán todos aquellos que para el sexo y la edad sean menores al PC 90; b) valores de presión elevada o prehipertensión serán los mayores al PC 90 y menores al PC 95; c) HTA estadio 1 se define con valores de PAS y/o PAD mayores o iguales al PC 95 y menores al PC 95 + 12 mmHg o entre 130/80 a 139/89 mmHg (lo que sea menor) y d) HTA estadío 2 se define como PAS y/o PAD mayores o iguales al PC 95 + 12 mmHg o a 140/90 mmHg (lo que sea menor).

 

Niños mayores de 13 años: a) valores de presión arterial normal serán todos aquellos menores de 120/80 mmHg; b) valores de prehipertensión serán los registros de PAS entre 120 y 129 mmHg con una PAD menor de 80 mmHg; c) HTA estadío 1 se define con registros entre 130/80 y 139/89 mmHg y c) HTA estadio 2 se define con valores mayores o iguales a 140/90 mmHg.

 

Las definiciones actuales de prehipertensión e hipertensión en niños se basan en mediciones repetidas en 3 encuentros clínicos separados.

 

Para terminar, es importante destacar un estudio de cohorte multicéntrico y retrospectivo que utilizó registros médicos electrónicos de casi 400.000 niños que se sometieron a tomas de PA de rutina en visitas de atención primaria. La mayoría de los niños que cumplieron con los criterios de HTA (n=1881) o de PA elevada (n=2144) se basaron en 3 o más mediciones durante 36 meses. Lo sorprendente es que el 70% de los prehipertensos y el 50% de los definidos como HTA tuvieron una PA normal durante un segundo período consecutivo de 36 meses. Las limitaciones del estudio incluyen el pequeño número de individuos que tenían 3 o más mediciones longitudinales de la PA, la incapacidad de verificar si las mediciones de la PA se realizaron de manera adecuada y si se implementaron intervenciones, como cambios en el estilo de vida, entre ambos períodos mencionados.

 

Por lo tanto, si más estudios verifican estos resultados, es posible que sea necesario modificar los criterios diagnósticos de HTA pediátrica y se incluya a la monitorización de la PA durante un período de tiempo largo antes de establecer un diagnóstico definitivo. 

 

 

Bibliografía:

- Flynn JT, Kaelber DC, Baker-Smith CM y col. Guía de práctica clínica para la detección y el tratamiento de la presión arterial alta en niños y adolescentes. Pediatría 2017; 140.

-Falkner B, Gidding SS, Portman R, Rosner B. Variabilidad de la presión arterial y clasificación de la prehipertensión y la hipertensión en la adolescencia. Pediatrics 2008; 122: 238. 

- Jackson LV, Thalange NK, Cole TJ. Centiles de presión arterial para Gran Bretaña. Arch Dis Child 2007; 92: 298.

- Kaelber DC, Localio AR, Ross M, et al. Hipertensión persistente en niños y adolescentes: un estudio de cohorte de 6 años. Pediatría 2020; 146.

 

6-11-20

 


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