Caminar para bajar la presión arterial

Una nueva revisión Cochrane, publicada en 2021, analizó el efecto de caminar sobre la presión arterial (1).

 

Los autores analizaron estudios que incluyeron adultos con presión arterial normal o alta y en los cuales los programas de caminata se compararon vs ninguna intervención.

 

Encontraron 73 artículos que cumplieron sus criterios de inclusión. El total de los participantes fue de 5763.

 

Los programas de caminata utilizados en los estudios variaron, pero se llevaron a cabo principalmente en el hogar de las personas o en la comunidad, por ejemplo, caminar en una cinta de ejercicio o caminar al aire libre. Muchos de ellos fueron supervisados.

 

Los programas se llevaron a cabo en promedio durante 3 meses y, en la mayoría de los estudios, las personas caminaron durante 20 a 40 minutos, a una intensidad moderada, de 3 a 5 veces por semana (tiempo promedio de caminata de 153 minutos por semana).

 

Los autores encontraron que caminar alrededor de 150 minutos por semana durante 3 meses probablemente reduce la presión arterial sistólica en 4 mmHg aproximadamente. Esta reducción se observó tanto en personas que tenían presión arterial normal como en personas con presión arterial alta.

 

Esta reducción es menor que la observada con los medicamentos, pero sigue siendo importante, especialmente si se considera que la actividad física tiene muchos otros beneficios para la salud.

 

A modo de comparación, una revisión Cochrane que analizó los efectos de la medicación en personas con presión arterial alta (2) encontró que los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los bloqueantes cálcicos redujeron la presión arterial sistólica en aproximadamente 16 mmHg y 9 mmHg, respectivamente.

 

Al observar a las personas por edad, se encontró una reducción similar en la presión arterial sistólica en todos los rangos etáreos (hubo evidencia de moderada certeza para los menores de 40 años y evidencia de baja certeza en los mayores de 41 años).

 

Los autores también encontraron que caminar puede reducir la presión arterial diastólica y la frecuencia cardíaca.

 

Caminar también parece ser relativamente seguro

 

Sólo 21 de los 73 estudios incluidos registraron eventos adversos, pero en estos 21 estudios solo se informaron 8 eventos adversos, 5 de los cuales fueron lesiones de rodilla.

 

Desafortunadamente, pocos estudios siguieron a los participantes después de que terminó el programa de caminata, por lo que los efectos a largo plazo de caminar sobre la presión arterial son inciertos.

 

Referencias
 
(1) https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD008823.pub2/full
 
(2) https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD001841.pub3/full

 

17-6-21