Trombosis venosa profunda.

La trombosis venosa profunda (TVP) de las extremidades inferiores o embolia pulmonar es bastante común. 

 

La mitad de estos eventos están asociados con un factor de riesgo transitorio y pueden prevenirse con profilaxis. 

 

Los anticoagulantes orales directos son efectivos y seguros y conllevan un menor riesgo de hemorragia que los antagonistas de la vitamina K. 

 

Muchos pacientes con TVP tendrán una enfermedad crónica que requerirá anticoagulación a largo plazo. 

 

El síndrome postrombótico afecta del 25% al 40% de los pacientes con TVP y afecta significativamente la función y la calidad de vida.

 

El tromboembolismo venoso (TEV) es una condición relativamente común y potencialmente mortal. 

 
La incidencia anual se estima en 1 por 1000 personas.
 
Alrededor de un tercio de los pacientes con TEV presentan embolia pulmonar (EP) y dos tercios presentan trombosis venosa profunda (TVP). 
 
Entre el 50 y el 60 % de los eventos de TEV son provocados por una cirugía u hospitalización reciente, el 20 % se asocia con cáncer activo y
 
el 20% a 30% restante se considera no provocado. 
 
El diagnóstico de TVP combina una evaluación de la probabilidad previa a la prueba, la prueba del dímero D y el eco doppler.
 
El pilar del tratamiento de la TVP es la anticoagulación.
 
Las características clínicas, como dolor, calor y eritema, tienen un valor limitado en el diagnóstico de TVP.
 
El diagnóstico diferencial de la sospecha de TVP es amplio. 
 
Por lo tanto, cuando se sospecha clínicamente de TVP, se debe determinar una probabilidad de TVP previa a la prueba utilizando reglas de
 
predicción clínica validadas 
 
Aunque el puntaje de Wells es la herramienta más ampliamente evaluada, no ha sido validado en pacientes embarazadas u hospitalizadas y
 
puede tener menor especificidad en pacientes de edad avanzada. 
 
 
 
 
Una regla de predicción alternativa, la Regla de Atención Primaria, la misma se derivó y validó en pacientes ambulatorios que presentaban
 
síntomas de TVP y puede ser más apropiada en este contexto. 

Independientemente de la herramienta que se utilice, una regla de predicción clínica no debe ser el único criterio para el diagnóstico

más bien, debe usarse junto con la prueba del dímero D para determinar si es necesario realizar un diagnóstico por imágenes.

Les dejamos el algoritmo diagnóstico que propone esta actualización del Annals.

 

 

 

Referencia:

https://www.acpjournals.org/doi/abs/10.7326/AITC202209200