Cefalea hípnica.

También conocida como dolor de cabeza "despertador",  se caracteriza por episodios recurrentes de dolor de cabeza sordos o palpitantes

que se desarrollan sólo durante el sueño y despierta al paciente

 

Es uno de los pocos trastornos de cefalea que se presenta casi exclusivamente en la vejez. 

Los dolores de cabeza hípnicos suelen ocurrir con frecuencia (≥10 días al mes) y persisten durante al menos 15 minutos después de despertar

al paciente

 

Por lo general, no duran más de tres horas, aunque pueden ocurrir duraciones más largas. 

 

En una revisión de la literatura de 2014 de 250 adultos con dolor de cabeza hipnótico, se observaron las siguientes observaciones:

 

● La edad media de inicio fue de 61 años.

 

● La duración media de los ataques fue de 162 minutos.

 

● La frecuencia media de los ataques fue de 21 días al mes.

 

● La intensidad del dolor fue moderada en el 60%, severa en el 34% y leve en el 6%.

 

● El carácter del dolor fue sordo en el 69%, palpitante/pulsátil en el 26% y agudo/punzante/ardor en el 6%.

 

● El dolor de cabeza fue bilateral en el 68% y unilateral en el 32%.

 

● Las características migrañosas incluyeron náuseas en el 21 % y fonofobia/fotofobia en el 7 %

 

● Las características autonómicas del trigémino incluyeron rinorrea/congestión nasal en el 8 %, lagrimeo en el 6 % y ptosis en el 2 %

 

Se observaron hallazgos similares en una revisión de 2013 de 225 pacientes con dolor de cabeza hípnico, con la excepción de que la

proporción de dolores de cabeza con dolor agudo, punzante o ardiente fue sustancialmente mayor (68 %, frente al 6% anterior)

 

Además, casi todos los pacientes mostraron algún tipo de actividad motora (p. ej., levantarse de la cama y comer, beber, ducharse o leer)

cuando los despertaba el dolor de cabeza, pero por lo general no mostraban el ritmo inquieto que se asocia con la cefalea en racimo

 

Las condiciones comórbidas comunes incluyeron hipertensión y migraña en 55 y 36 %, respectivamente.

 

Diagnóstico

 

El diagnóstico de cefalea hípnica se basa en una historia compatible de cefalea que ocurre solo durante el sueño y provoca el despertar,

típicamente en un adulto de mediana edad o mayor. 

 

El diagnóstico requiere la exclusión de ataques nocturnos causados ​​por otras cefaleas primarias y secundarias

 

En particular, cuando aparecen dolores de cabeza nuevos o nocturnos en un adulto, se debe obtener una neuroimagen del cerebro para buscar

una causa estructural.

 

Los criterios diagnósticos para la cefalea hípnica, según la Clasificación Internacional de Trastornos de la Cefalea, tercera edición (ICHD-3),

son los siguientes:

 

A) Ataques recurrentes de cefalea que cumplen los criterios B a E

 

B) Desarrollarse solo durante el sueño y causar el despertar.

 

C) Ocurriendo en ≥10 días por mes por más de tres meses

 

D) Duración ≥15 minutos y hasta cuatro horas después de despertar

 

E) Sin síntomas autonómicos craneales o inquietud.

 

F) No se explica mejor por otro diagnóstico ICHD-3

 

Un área de debate es que los criterios ICHD-3 excluyen el diagnóstico de cefalea hípnica si hay síntomas autonómicos craneales asociados

(lagrimeo, secreción nasal, ptosis o miosis) o inquietud, características que pueden ser prominentes en la cefalea en racimos y otras

cefaleas autonómicas del trigémino. cefaleas

 

Sin embargo, como se mencionó anteriormente, existe evidencia de que las características autonómicas del trigémino pueden acompañar a la

cefalea hípnica en una pequeña proporción de casos.

 

Tratamiento

 

Los tratamientos con efectividad anecdótica para la cefalea hípnica en varios informes de casos y series de casos incluyen:

 

● Cafeína en una tableta (40 a 60 mg) o bebida antes de acostarse. 

● Indometacina 50 mg tres veces al día.

● Carbonato de litio 300 a 600 mg diarios.

 

Sugerimos tratamiento inicial con cafeína o indometacina para pacientes con cefalea hípnica, reservando el litio para aquellos que no responden o

toleran mal estos agentes. 

El litio es un agente de segunda línea porque tiene un índice terapéutico estrecho, particularmente en pacientes adultos mayores, y está contraindicado

en aquellos con enfermedad cardiovascular o insuficiencia renal significativa. Los efectos secundarios agudos más comunes asociados con el litio son

náuseas, temblores, poliuria y sed, aumento de peso, heces blandas y deterioro cognitivo. Un empeoramiento severo o repentino de los efectos

secundarios puede ser un signo de toxicidad por litio. 

 

Los efectos adversos importantes a largo plazo del litio incluyen disfunción renal y tiroidea, así como alteraciones del ritmo cardíaco. 

 

Referencia:

Headache Classification Committee of the International Headache Society (IHS) The International Classification of Headache Disorders, 3rd

edition.

Cephalalgia 2018; 38:1.