Cáncer de Cuello Uterino o Cérvix, qué es y cómo detectarlo precozmente

¿Qué es el cáncer de cuello uterino? 



Es aquel que se desarrolla en la parte baja del útero. Es una enfermedad que tiene tratamiento y con altas chances de curación si es detectada precozmente. En Argentina se estima que cada año se diagnostican alrededor de 4.500 casos nuevos y 2000 personas mueren a causa de esta enfermedad. Afecta principalmente a quienes por barreras geográficas, culturales y económicas no acceden a las prácticas preventivas. En nuestro país coexisten poblaciones que son sometidas al rastreo con papanicolaou (PAP) y colposcopía con una frecuencia mayor a la recomendada con otras que por falta de acceso nunca realizarán un estudio de rastreo en su vida. Por este motivo los programas de rastreo nacionales están orientados a incluir a quienes han quedado fuera del rastreo. Si bien la mayoría de las personas que presentan cáncer de cuello uterino son mujeres, los varones trans y las personas no binarias también están expuestos a esta enfermedad.
 


¿Cuál es su posible causa?
 


El cáncer de cuello uterino está asociado a la infección por el virus papiloma humano (VPH). Esta  infección es muy común en las personas, la mayoría de las veces es transitoria y se cura sola.  Solo (la RAE dice que ya no hace falta usar tilde) la infección persistente por algunos tipos de VPH  (saco para no repetir riesgo) se considera factor de riesgo para desarrollar cáncer de cuello de útero.
 


¿Cuáles son sus síntomas?
 


Al inicio, el cáncer de cuello uterino no suele provocar síntomas, con frecuencia demora años en presentarlos. El síntoma más frecuente es el sangrado vaginal que se aparece (para no repetir) fuera del ciclo menstrual o luego de la menopausia. En ocasiones puede producir dolor.
 


¿Cómo se diagnostica?
 


Muchas veces el diagnóstico se sospecha a través del resultado del PAP. El PAP es una prueba, rápida y sencilla, en la que un profesional de la salud toma células del cuello del útero con una espátula y/o un cepillo pequeños, mientras abre las paredes de la vagina con un espéculo, que es un instrumento diseñado para tal fin. 
 
Para los lectores es más fácil si transmitimos una idea por cada oración y usamos oraciones cortas. Lo reescribiría así:  
 
Muchas veces el diagnóstico se sospecha a través del resultado del PAP. El PAP es una prueba, rápida y sencilla, en la que un profesional de la salud abre las paredes de la vagina con un espéculo y toma células del cuello del útero con una espátula y/o un cepillo. Esas células se analizan al con un microscopio y, si se detectan anormalidades, se realiza una biopsia para corroborar el diagnóstico. 
 


¿Cómo se trata?
 


Depende del estado de la enfermedad, es decir, el tipo de intervención elegida depende de si la enfermedad se encuentra en una etapa temprana o más avanzada. Las opciones terapéuticas incluyen la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. 
 


¿Puede prevenirse?
 


El número de casos y los fallecimientos por cáncer de cuello uterino han disminuido sustancialmente desde la introducción de los programas de detección hace más de medio siglo. Las tasas más bajas se encuentran en países con programas de detección organizados. Por este motivo, ya no se discute el beneficio detectar precozmente el cáncer de cuello uterino, aunque hay una evaluación continua acerca de la forma en que debe realizarse, por lo que las recomendaciones pueden variar con el tiempo. 
 
En Argentina, el Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cervicouterino contempla la prevención a través de la vacuna contra el VPH, y la detección temprana mediante la realización del PAP (eventualmente asociado al test de VPH).
 
 
  • La vacuna contra el VPH previene la infección de los VPH que causan aproximadamente el 80% de los casos de cáncer de cuello de útero, pero no elimina la necesidad de realizar la búsqueda de la enfermedad mediante el PAP. En Argentina la vacuna es gratuita y obligatoria para quienes tienen 11 años de edad.
 
  • El PAP permite detectar, para luego tratar, las lesiones del cuello del útero con riesgo de evolucionar a cáncer con el paso de los años sin el adecuado control. El Instituto Nacional del Cáncer recomienda que se realicen PAP todas las personas con útero de entre 25 y 64 años de edad  y las mayores de 64 años que nunca se hayan hecho uno. Si durante dos años seguidos el PAP es negativo, es decir que no se detectan lesiones en el cuello del útero, se recomienda hacer el PAP cada tres años. A quienes se les ha extirpado el útero de forma completa, no necesitan continuar realizando la prueba, pero esta decisión debe ser consensuada con el médico tratante. 
    Si el PAP detecta una anomalía, es posible que se requieran pruebas adicionales o realizar algún tratamiento, por lo que es muy importante  retirar siempre el resultado del PAP y consultarlo con el médico.
 
 
  • El test de VPH  permite identificar la presencia de tipos de VPH de alto riesgo en el cuello uterino, es decir aquellos que si no se tratan, con el tiempo pueden desarrollar un cáncer. Esta prueba se realiza junto con el PAP y aporta información útil para decidir cómo continuar con los controles en personas con útero de entre 30 y 64 años de edad, pero no está disponible en todos los ámbitos de atención médica.
 
 
Las recomendación del Instituro Nacional del Cáncer para el rastreo del cáncer cervico-uterino en el marco de la incorporación de la prueba de VPH, es la realización del test en las mujeres entre 30 y 64 años. Conjuntamente con la toma del test de VPH se toma un PAP, que sólo se leerá en caso de que el test de VPH sea positivo. Este test permite también la posibilidad de la autotoma como ya mencionamos.
 

Recomendaciones del Programa:

 
• Si el test VPH es negativo (no detecta el virus) se recomienda repetir test de VPH a los cinco (5) años.
• Si el test de VPH es positivo (detecta el virus) y el pap es negativo, se recomienda repetir Test de VPH a los dieciocho (18) meses.
• En las mujeres con test de VPH positivo y pap anormal el médico le indicará los pasos a seguir.