Meteorismo, flatulencias, gases

¿Qué es el meteorismo?
 
El meteorismo es un cuadro clínico producido por la presencia de un exceso de gases intestinales o por un aumento en la sensibilidad del intestino al gas normal producido por la fermentación de los alimentos.
Es una afección muy común en la población general; si bien no es una condición seria puede resultar muy molesta. También se presenta frecuentemente en personas con trastornos digestivos de tipo funcional.
 
¿Cuáles son sus causas?
 
Las causas más comunes abarcan:
 
  • Deglución de aire, especialmente al comer o beber deprisa. El aire que se traga es el principal origen de gas en el estómago, y es el que se elimina generalmente a través de eructos.
  • La ingesta de ciertos alimentos o bebidas. Ej. frutas,  repollo, coliflor, brócoli, papa, legumbres, cereales, bebidas gaseosas.  La mayor parte del gas intestinal procede de la fermentación, por parte de la flora intestinal, de algunos alimentos como los anteriormente mencionados.
  • Síndrome del intestino irritable.
  • Intolerancia a la lactosa y a otros alimentos.
  • Proliferación bacteriana en el intestino delgado.
 
¿Cuáles son los síntomas?
 
La presencia de gases en el intestino puede producir eructos frecuentes, ruidos intestinales, hinchazón abdominal y eliminación de gases. También puede producir dolor o molestias abdominales.
 
¿Cómo es el diagnóstico?
 
El interrogatorio y la exploración física generalmente son suficientes para establecer el diagnóstico.  En ocasiones, se podrán solicitar algunos estudios para descartar la presencia de enfermedades digestivas que puedan manifestarse como meteorismo.
 
¿Cuál es el tratamiento?
 
El pilar fundamental del tratamiento es la dieta, regulando la ingesta de alimentos que aumenten la producción de gas intestinal. También existen algunos fármacos, como la simeticona, que  pueden en algunos casos ayudar a disminuir las molestias, pero su papel beneficioso es limitado.
 
Algunas medidas a tener en cuenta para mejorar el meteorismo:
 
-Evitar comer chicles y caramelos.
-Evitar las bebidas gaseosas, sobre todo aquellas con niveles altos de fructosa o sorbitol.
-Evitar alimentos como el coliflor, brócoli, repollo, arvejas, lentejas, el pan, el arroz y harinas integrales.
-Evitar las comidas ricas en grasas.
-Beber y comer despacio, evitar hablar excesivamente durante la comida.
-Dejar de fumar.