Mitos sobre la dieta para los divertículos
Fibras ¿sí o no? Semillas ¿sí o no?
Para hablar sobre la dieta para los divertículos primero debemos diferenciar la presencia de divertículos asintomáticos es decir aquellos que no traen ningún malestar y los divertículos que presentan alguna complicación como la divertículitis (dolor, fiebre). Cerca del 30 % de la población presenta divertículos y ésta condición no reviste mayor relevancia a menos que se complique. Existen muchos mitos respecto de la dieta que deben realizar las personas que presentan divertículos para evitar tales complicaciones y en ocasiones éstas recomendaciones son erróneas o carecen de sustento científico.
Es frecuente escuchar que las fibras y las semillas son perjudiciales para los divertículos sin embargo esta frase carece de veracidad. Ante todo debemos aclarar que los divertículos asintomáticos no requieren ningún tratamiento, pero puede ser recomendable el consumo de fibras.
Respecto de las fibras podemos decir:
- Pueden reducir las complicaciones de los divertículos
- No deben ingerirse durante una complicación de los divertículos
- Los pacientes que presentan constipación pueden beneficiarse con la ingesta de fibras y abundantes líquidos (ingerir fibras sin líquidos puede ser contraproducente)
- Algunos pacientes tienen baja tolerancia a las fibras presentando distención abdominal o tránsito acelerado pero esto no implicaría una manifestación de los divertículos
- La dieta baja en fibras y rica en grasas puede reducir la aparición de divertículos
Por otro lado es bastante frecuente que las personas que saben que presentan divertículos eviten el consumo de semillas y frutos secos, ésta recomendación es muy popular e incluso ha sido incorporada por los profesionales de la salud, sin embargo si chequeamos este dato no existe ninguna evidencia científica que lo avale, es decir el consumo de semillas y frutos no es perjudicial ni favorece las complicaciones de los divertículos.
Cuando hablamos de fibras nos referimos a las verduras de hoja verde, brócoli, remolacha, zanahoria, espárrago, legumbres, semillas de girasol y frutos secos como nueces, almendras y pistachos, frutas y cereales.