Medidas de seguridad para viajar con niños

Uno de los principales consejos en la consulta del lactante es la evitación de accidentes. Los accidentes en el primer año de vida son una de las principales causas de morbimortalidad. 

Pueden observarse con frecuencia las caídas desde camas o sillas, ahogos en la bañera por dejarlos solos aunque tengan accesorios para mantenerlos en posición sentada; quemaduras con electricidad, bebidas o comidas en cocción, la ingesta de objetos pequeños, y por supuesto los accidentes de tránsito cuando el niño se traslada en un auto junto a su familia.
 

Para disminuir el impacto que pueda tener el siniestro sobre un lactante, se recomienda que viaje en los asientos de atrás, sentado en su propia sillita y sujetado por el arnés de la misma, con la sillita abrochada al auto mediante los cinturones de seguridad de éste (doble sujeción, por abajo en la base de la silla  y desde arriba de manera cruzada), y ubicada en sentido inverso a la marcha del automóvil, o sea, mirando para atrás. 

 

La colocación con cinturón de seguridad inercial en varias sillas, debido al modo de uso, evita que la silla realice el “efecto bisagra” ante un impacto frontal. Si la silla no está sujeta en la parte más alta o sólo posee fijación al asiento por debajo, ante un impacto frontal, el sector más alto de la silla podría volcarse hacia adelante, ocasionando lesiones al niño ante el golpe con la butaca delantera del vehículo.

 

¿Porqué es importante que viaje en esa posición?


En el primer año de vida, la cabeza del niño es relativamente grande con relación al resto del cuerpo, y el cuello es más débil. 
Si el niño viaja mirando hacia adelante, en el sentido de la marcha, y el auto choca en mismo sentido, la cabeza es impulsada hacia adelante con fuerza, generando excesiva tensión en cuello, columna cervical y sus vísceras, y aumentando el riesgo de lesionarlos. En cambio, si el niño va sentado mirando hacia atrás, en el sentido contrario a la marcha, estas fuerzas le “pegan” al respaldo del asiento, amortiguando el impacto sobre el niño y protegiéndolo. 

En Estados Unidos, la Academia Americana de Pediatría recomienda, desde 2011, que los niños viajen a contramarcha hasta los 2 años de edad.




 


¿Qué es un sistema SRI?


Se llaman SRI (sistema de retención infantil) a las sillas y otros dispositivos de sujeción homologados que permiten transportar a los niños en el asiento trasero de forma segura en los automóviles.

Instalados de manera correcta los SRI reducen la tasa de mortalidad en un 80% en niños y en un 70% en infantes; así como también el riesgo de sufrir lesiones graves e incluso fatales ante un siniestro vial.

Actualmente se fabrican ya SRI que permiten llevar a los niños a contramarcha, incluso hasta los 4 años de edad. Este límite de edad puede parecer exagerado, pero es lo habitual en los países escandinavos y no causa mayores inconvenientes.

En general, todos los niños con un peso inferior a 13 kg (de entre 9 y 15 meses) deben viajar con su SRI mirando hacia atrás. Los niños mayores pueden viajar en su sistema SRI de silla con respaldo mirando hacia adelante hasta los aproximadamente 7 años de edad. A partir de esa edad el niño puede sentarse directamente en el asiento trasero del auto. 





En Ciudad de Buenos Aires, Argentina, según la ley 5294, rige la obligatoriedad de la utilización de los distintos dispositivos de SRI y la prohibición de viajar en los asientos delanteros a todos los niños desde su nacimiento hasta los 12 años, con estatura inferior a 1,50 metros o que pesen menos de 36 kg.

Guía general de uso de SRI http://www.dgt.es/es/seguridad-vial/educacion-vial/recursos-didacticos/infancia/index.shtml

https://www.buenosaires.gob.ar/control-y-seguridad-vial/sistemas-de-retencion-infantil-sillitas-para-bebes-y-ninos

https://www.cdc.gov/spanish/especialescdc/seguridadautomoviles/index.html